1. Estar precalificado
Antes de comprar una casa siempre hay emoción, pero la idea es que esa emoción no lleve a tomar decisiones apresuradas. Antes, es importante tener una idea clara sobre lo que se puede pagar por una propiedad y cómo hacerlo. Informarse previamente sobre los factores que influyen en la compra, como el puntaje crediticio, la relación deuda-ingreso, los ingresos mismos y la estabilidad laboral, ayudan a tomar una mejor decisión.
2. La cuota inicial
Hay que saber que una vez que se formaliza la intención de compra de una casa, el comprador tiene que tener asegurado el dinero para la cuota inicial. En Perú, el valor de la cuota inicial fluctúa entre el 10% y 20% del valor total de la propiedad y se trata de un paso obligatorio que todo comprador debe realizar.
3. Elegir el mejor momento
Los préstamos para estudiantes son una alternativa común y efectiva para una persona que está interesada en potenciar su desarrollo profesional para ampliar sus oportunidades en el campo laboral. Existen diversas entidades donde se pueden solicitar pero antes se deben tomar en cuenta algunos aspectos para realizar una mejor inversión a futuro.
Todos los mercados tienen variaciones sobre cuándo es el mejor o el peor momento para realizar una compra. Por ejemplo, en Perú en 2012 subieron de forma acelerada los precios de los inmuebles y eso hizo que en un momento se pensara en una burbuja inmobiliaria. Sin embargo, en lo que va del presente año, la tasa de interés promedio de los préstamos hipotecarios en soles ha caído a 7.4%, mientras que en dólares se han reducido a 5.96%, dando un presente más favorable para los que quieran invertir en la compra de una vivienda.
4. Alerta a las opciones
La búsqueda de la casa o departamento soñado puede tomar tiempo, sobre todo si se busca la información en lugares diferentes. Por eso, una buena opción son las ferias inmobiliarias que reúnen una gama variada de ofertas en un solo lugar, con la posibilidad de contar con distintas opciones de viviendas y préstamos que se acomoden mejor a lo que uno está buscando.
5. Más responsabilidad
Comprar una propiedad corresponde a un gasto importante y, por ende, trae consigo una responsabilidad grande. Lo recomendable es que mientras se está pagando un crédito hipotecario, no se saque ningún otro préstamo ni tampoco se abran nuevas líneas de crédito adicional, ya que podría afectar la relación deuda-ingresos. No hay que desesperarse en amueblar el hogar, es más importante estar enfocado en los detalles y no tanto en las decoraciones.