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Nacido a principios del siglo XX en países del norte de Europa, el estilo Nórdico se ha caracterizado por su capacidad para brindad espacios sumamente confortables y potenciar al máximo la luz natural disponible.
A lo largo de las décadas, este estilo de interiorismo se ha expandido por todo el mundo y ha pasado de ser un tanto bucólico a un estilo más minimalista, sencillo y hasta económico, por eso ahora no solo se utiliza para decorar casas, sino cualquier tipo de establecimiento.
Sí buscas un estilo fresco y sencillo que al mismo tiempo sea confortable y acogedor, el estilo nórdico es uno que definitivamente tienes que tomar en cuenta, así que toma nota con las siguientes recomendaciones.
01.
El Blanco y los colores claros son fundamentales en el estilo nórdico pues una de sus principales características es un contrarrestar la falta de luz, por tanto, se utiliza tanto en paredes como en muebles y pisos.
02.
La calidez y los matices de color necesarios, son aportados por los textiles de mantas, cojines y tapetes que deben ser de tejidos naturales como el algodón, la lana o el lino.
03.
Este estilo también se caracteriza por incorporar muchos elementos de la naturaleza, por lo que las plantas de sombra serán un elemento decorativo importante que, además, ayudarán a mantener el ambiente fresco y limpio.
04.
Junto con el color blanco, la madera es la protagonista indiscutible de la decoración nórdica y regularmente se utiliza con sus colores naturales, por lo que los muebles caros no serán un problema.
05.
Otra de las tantas ventajas de la decoración nórdica, es que te permitirá jugar con toda clase de estilos y materiales, siempre y cuando juegues con ellos en pequeñas dosis, como lámparas, jarrones y bandejas.
