Hemos revisado los consejos de analistas profesionales en la materia, y te compartimos aquí 4 de ellos que te serán muy útiles para salir avante de este complicado momento:
La principal herramienta que fortalece tu negocio son las relaciones que construyes con tus clientes y este, es el mejor momento para nutrirlas. Mantente en contacto y comparte con ellos información y vivencias referentes al mundo inmobiliario, esto será muy valioso; pasa del mensaje de texto a una videollamada o de una nota de voz a una reflexión en video. En tiempos de distanciamiento social lo más importante es conservar el acercamiento que nos brinda la conversación cara a cara.
Como lo hemos sugerido en entradas anteriores, es esencial que tomes en cuenta tu plan de negocios 2020 y hagas los ajustes pertinentes, considerando un análisis profundo de los últimos 4 meses.
Enfócate en desarrollar habilidades que te sean útiles tanto hoy como una vez que pasen las restricciones. Por ejemplo: tácticas de negociación y persuasión, oratoria y coaching empresarial, entre otros. La educación continua en línea es ampliamente recomendable para obtener aquellas certificaciones que siempre quisiste, pero que probablemente no tenías tiempo para adquirirlas. Aquí hay grandes oportunidades de crecimiento ¡Aprovéchalas!
Una reacción natural ante el miedo o la incertidumbre es paralizarse, por lo que es imprescindible salir de dicho estado y ajustar tus estrategias de negocio, para continuar ofreciendo valor a tus clientes potenciales.
Analiza los datos que se generan día a día, aprende más sobre créditos y sus tasas de interés y comparte experiencias con tus colaboradores del área financiera. A partir de ahí, toma ese conocimiento, analízalo y compártelo con tu comunidad a través de medios como correo electrónico o redes sociales.
Ahora que tus condiciones de trabajo se han visto modificadas, es necesario implementar una rutina que te permita estar sano, tanto mental como profesionalmente. Para mantenerte productivo deberás ser disciplinado y marcar límites claros entre las actividades de tu trabajo y las de tu hogar. Define claramente tus horarios laborales, determina un lugar cómodo e iluminado para trabajar en él y dedícate a ti y a tu familia el resto del día.
Conforme avancen los días, evalúa tu desempeño, puede ser semanalmente, y haz las adecuaciones pertinentes; sea lo que sea que decidas hacer, comprométete contigo mismo y verás que la rutina marcará la diferencia.
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